La Escuela de Idiomas de Murcia: 35 años repartiendo cultura a todo tipo de alumnado (Familia De Lara Gil)
Un texto de Elena de Lara Gil
La Escuela
de Idiomas de Murcia está de celebración: cumple 35 años. Años en los que ha dotado a sus alumnos de aprendizaje y
cultura. Yo misma he formado parte de ese alumnado hasta hace solo un par de meses,
cuando conseguí alcanzar el certificado del nivel B2 de alemán. No emprendí
este viaje sola, me acompañó mi familia.
Seis años atrás,
a mi madre le pareció buena idea apuntar a mi gemela, a mi padre, a ella y a mí
al curso de alemán de la Escuela de
Idiomas. Digamos que no era lo que más ilusión nos hacía a mi hermana y a mí,
que entonces teníamos trece años. Por no hablar de mi padre, que le supondría
asistir a clase inmediatamente después de llegar de trabajar todo el día. No
obstante, nos atrevimos y elegimos hacerlo juntos.
Recuerdo el
primer día y las caras de asombro de nuestros compañeros al comprobar que éramos una familia que había decidido
asistir a la misma clase. Lo cierto es que ni yo me lo creía, al principio
lo encontré hasta incómodo. Es decir: ¿qué hago yo en clase con mis padres? Sin
embargo, el tiempo pasaba y esas sesiones acabaron por convertirse en nuestro
ritual de cada martes y jueves por la tarde.
Llegaba la
temporada de exámenes, de repente la cosa se ponía seria. Me di cuenta de lo
complicado que resultaba ese idioma y llegué a plantear rendirme. Así que nos
apoyamos unos en otros y asimilamos los exámenes de forma optimista, preparando
el temario entre padres e hijas. Quién diría que mi plan de domingo en familia
consistiría en estudiar y practicar alemán.
Nuestro método
funcionó. Pasábamos curso tras curso y siempre juntos. Nuestro objetivo era
aprobar, pero aprobar los cuatro.
El mérito no era
solo nuestro, nuestro profesorado impartía sus lecciones de manera dinámica
además de profesional. Durante los niveles básico 1, intermedio 1 y avanzado 1,
tuvimos la suerte de tener como profesora a Carmen de Haro Valero. En los
niveles básico 2, intermedio 2 y avanzado 2, con la jefa de departamento de
alemán, Teresa Ruíz Kolb.
A día de hoy
puedo afirmar que me llevo para el recuerdo no solo a dos grandes docentes,
sino también a dos grandes personas, con las que he disfrutado acudiendo a la
típica Oktoberfest de Calpe esto dos
últimos años.
Se puede. Se puede complementar familia
con formación académica. Lo hemos conseguido y estos seis años, que se me
antojaban eternos e imposibles de superar, han transcurrido a toda velocidad y
han significado una experiencia enriquecedora que no dudaría repetir. De hecho,
ya estoy reflexionando sobre qué nuevo idioma me interesa cursar…
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